Pablo nos recuerda: “Mirad,
pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando
bien el tiempo, porque los días son malos” (Ef. 5:15-16).
1- Reconoce que
la postergación es la asesina de la motivación (Pr. 21:25).
2- Pídele a Dios
sabiduría en el manejo de tu tiempo y colócate metas (Ec. 8:6).
3- Manten una
agenda con todos tus horarios y con el detalle de aquello que haces. (Ec. 3:17).
4- No inviertas
tiempo en lo insignificante. Cada día enumera las cinco tareas más importantes
y realízalas en ese orden (Pr. 28:19).
5- Se realista
del tiempo que te toma terminar cada proyecto (Lc. 14:28-29).
6- No te sientas
culpable, si no puedes completar todas las tareas en un día (He.10:35-36).
7- Evalúa el
diálogo que tienes contigo mismo, cuando se estanca en las tareas diarias o
cuando no llegas a cumplir tus objetivos (Sal. 19:14).
8- Si no sabes
cómo disciplinarte y usar bien tu tiempo, pídale a un amigo o consejero que te
ayude, también observa y sige buenos ejemplos (Pr. 12:15).
9- Somete tu vida
a Cristo, entrégale el control total de ella (Gá. 2:20).
10- Pida al Señor
su provisión de todo cuanto necesitas, vive por fe y así podrás usar más y mejor
tiempo para Él (2 P. 1:3-4).
No hay comentarios:
Publicar un comentario