jueves, 5 de abril de 2012

OTRA OPORTUNIDAD


"... no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él..." Hebreos 12:5
Sin querer, una mujer permitió que se vendieran unas valiosas joyas de la familia por diez centavos de dólar. Sucedió después de que las sacara de la caja de seguridad de un banco, para lucirlas en una boda. Cuando ella volvió a la casa, el banco estaba cerrado; entonces, puso las joyas en una caja vieja con elementos para afeitarse y se olvidó. Un día, le regaló la caja a una amiga que estaba recolectando cosas para una venta de artículos usados. Cuando la mujer se dio cuenta de lo que había hecho, las preciosas gemas ya habían sido vendidas por diez centavos a un desconocido.
En cierto sentido, su dolor es similar al de Esaú. Él también supo qué significa darse cuenta repentinamente que se ha perdido algo de gran valor (Génesis 25:29-34). Su decisión, apresurada, mala, su deseo solo de satisfacer sus apetitos y su posterior tristeza pueden ser una gran lección para nosotros creyentes en Cristo. Como dice W. Wiersbe: “Nosotros podemos olvidar nuestras decisiones, pero nuestras decisiones no nos olvidan a nosotros”, toda decisión tiene su consecuencia. Y aquellas decisiones que hacemos para gratificar apetitos, pueden constarnos bien caras. Otro comentarista hablando de la decisión de Esaú dice: “la gratificación de los apetitos ha arruinado miles de almas”. Debemos aprender a no perder privilegios espirituales, por deseos pasajeros que gratifican la carne. Si lo hemos hecho es necesario, no perder los beneficios de la disciplina divina (He. 12:5). Y esta pérdida es mucho peor que negociar joyas caras por casi nada.
¿Cómo podemos evitar esa pérdida innecesaria? Cuando pecamos:
a. Debemos estar dispuestos a aprender de la corrección de Dios (He. 12:11).
b. Debemos humillarnos y mostrar valor, para aceptarla (He. 12:12-13).
c. Debemos renovar nuestra vitalidad espiritual (He. 12:14).
Si reaccionamos bien ante la corrección del Padre Celestial, disfrutaremos de otra oportunidad y sin remordimientos.

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